lunes, 5 de abril de 2010

Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche.
Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Que nunca conocemos a una persona de verdad. Que todavia no inventaron nada mejor que el abrazo de mamá.
Que el 'nunca más' nunca se cumple. Y que el 'para siempre', siempre termina.

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